Hay que romper con el tópico de que “la corrupción no es patrimonio de nadie sino simplemente, lo es de la sociedad en general".
La propuesta del ministro de Universidades Manuel Castells es una simbiosis más que deseable para tratar de solucionar dos de los más graves problemas a los que nos enfrentamos.
Todas las reacciones inmediatas y, hasta diría que desaforadas, en las que tratan de confundir a la ciudadanía mezclando, sin ningún género de dudas con mala fe, autonomía con independencia y región con provincia, resultan cuando menos sorprendentes por varias razones.
Una de las principales obsesiones de todo el que pretenda llegar al gobierno de un país, debería ser conseguir el pleno empleo para sus conciudadanos, pues así lo reclama el objetivo del buen gobierno y la sociedad.
Una opinión de Antonio Jiménez Rodríguez candidato al Congreso de los diputados por Salamanca el próximo10 de noviembre. Abogado, Empresario y Embajador de Salamanca.
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