La primera mascarilla en Europa que se descompone en abono es producida por Mascarillas Béjar

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AXn 21FM


En los últimos tiempos, todos nosotros hemos tenido que acostumbrarnos al uso de mascarillas, ya que se trata de un accesorio indispensable para detener el avance de la COVID-19, protegiendo con ellas a quienes nos rodean, sobre todo cuando compartimos espacios cerrados o sin ventilación.


El caso es que, consecuencia de esto, hemos visto aparecer una enorme cantidad de modelos de mascarillas a lo largo de los últimos meses, y mientras todo indica que continán siendo parte de nuestra vida cotidiana durante bastante tiempo, un modelo concreto ha logrado llamar la atención del público.


Estamos hablando de un producto que tiene una característica muy particular, y que llega incluso a eclipsar a OLIV, la Mascarilla Transparente, Reutilizable y Ecológica de Mascarillas Béjar, ya que se trata de la primera mascarilla en Europa que se descompone en abono, y es producida por Mascarillas Béjar, representando un nuevo hito industrial para una ciudad textil como es la salmantina localidad de Béjar, que puede sentirse orgullosa de ser la casa oficial de una de las primeras mascarillas compostables que se elaboran en todo el planeta.


Para que quede aún más claro, estamos hablando de mascarillas confeccionadas con materiales de primera necesidad, que tienen la virtud de descomponerse en abono, lo que significa que no permanecerán allí, por décadas, como desechos que perjudican al medioambiente.


Visto de otro modo, la incorporación de estas mascarillas compostables de Mascarillas Béjar es un hito de vital importancia pensando en el futuro, un futuro en el que probablemente los "tapabocas" seguirán siendo requeridos en determinadas circunstancias, y continuarán siendo un elemento vital para centros hospitalarios o ante la aparición de nuevas enfermedades que requieran su uso para evitar su propagación. 


¿Qué significa que las mascarillas de descompongan?


A diferencia de las mascarillas que la mayoría venimos usando hasta ahora, éstas se descomponen bajo las mismas condiciones del compost, por lo que puedes echarlas junto al resto de tus desechos, y poco apoco los microorganismos, o las lombrices, las transformarán en compost, una tierra enriquecida con todo tipo de nutrientes, y muy demandada en la jardinería.


Para su confección, se incorpora un polímero permanente, inoloro, de gran resistencia a la humedad y la grasa, como lo es el denominado PLA, mientras se aprovechan materiales biodegradables de la cocina, como el maíz, la yuca o la patata, para reducir las emisiones hasta un 62%.


Este resultado tan extraordinario ha sido posible tras una potente inversión en I+D, pruebas y obtención de certificaciones, sólo tras los cuales Mascarillas Béjar puede poner en el mercado estas mascarillas compostables, en versiones tanto quirúrgicas como FFP2, según el caso.


Mientras los consumidores tienen cada vez más en mente cuáles son las campañas y soluciones a favor del planeta que llevan a cabo las compañías a las que les compran, tiene todo el sentido equipar a los trabajadores con mascarillas que no generarán ninguna huella de carbono, y así contribuir con el planeta. 


Mascarillas Béjar nos ha enseñado que las mascarillas no tienen por qué ser contaminantes y que, en no demasiado tiempo, su paso por la Tierra debería ser sólo un recuerdo... también para el medioambiente.

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