La Policía Nacional irrumpe, tirando la puerta abajo sin orden judicial, en una fiesta domiciliaria

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La Policía Nacional identificó el pasado día 21 de marzo una fiesta en un piso del barrio madrileño de Salamanca, y tras pedir a las personas que estaban en su interior que abrieran la puerta y que se identificaran, y no obtener respuesta afirmativa  los agentes, con un ariete, abrieron la puerta a la fuerza poco antes de las 2 de la mañana. 


Para el abogado penalista Juan Gonzalo Ospina, en quien los propietarios de la vivienda han puesto su confianza para llevar el caso, la operación que llevaron a cabo los seis agentes de la Policía Nacional presenta serias dudas.


«Se extralimitaron por completo. Para tirar la puerta abajo, que es lo que hicieron, y entrar en la casa de esa forma violenta, deberían haber contado con una orden judicial previa. Con haberse quedado dos de ellos en la puerta, asegurándose de que nadie saliera, y que los otros cuatro hubieran acudido al juez de guardia a pedir esa autorización judicial, todo habría sido legal. El caso es que no lo hicieron y se amparan la existencia de un supuesto delito de desobediencia a la autoridad», explica el abogado.


«Además, acudieron con un ariete para abrir la puerta, por el método del resbalón. No la obligatoria orden judicial, lo que habla por sí mismo. El artículo 18 de nuestra Constitución dice que el domicilio es inviolable», añade.


Además el prestigioso abogado afirma que la ley es clara «‘Ninguna entrada o registro podrá hacerse sin el consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito’. Y dentro no se estaba produciendo ningún delito flagrante».


Asi desde Ospina Abogados ya estan estudiando las acciones legales a ejercer contra seis agentes.

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