V concentración anual para mostrar el rechazo de la población del Campo Charro a la mina de uranio

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La Plataforma Ciudadana Stop Uranio convoca por 5º año consecutivo una concentración ciudadana el próximo sábado 17 de agosto, a las 13 horas, en el Cruce de La Fuente de San Esteban (Ctra. N-620 con la comarcal SA-315) para mostrar el rechazo de la población del Campo Charro a la apertura de minas de uranio a cielo abierto en nuestra tierra.


A día de hoy Berkeley Minera S.L. no ha conseguido aún su objtivo de abrir minas de uranio en Salamanca y no ha sido capaz de comercializar un solo gramo de uranio de nuestra tierra. El proyecto de Retortillo, donde tiene previsto extraer y tratar el uranio, no ha visto la luz a pesar de los continuos anuncios que viene realizando la empresa minera de su inminente apertura.

Recordar que aún le faltan la Licencia Urbanística y la Autorización de Construcción de la planta de tratamiento de uranio para que Berkeley pueda llevar a cabo su proyecto en Retortillo. 


Ademas, esos permisos están relacionados con autorizaciones dadas con anterioridad que están recurridas en vía judicial: la autorización de uso excepcional en suelo rústico la tiene recurrida nuestra Plataforma en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Salamanca y la Autorización previa de la planta de concentrados la recurrieron en la Audiencia Nacional Ecologistas en Acción y el partido EQUO.


"Ahora que el Gobierno Socialista se reúne con organizaciones de la sociedad civil para elaborar un programa con el que pueda gobernar España, nosotros le pedimos que resuelva denegar la autorización de construcción de la planta de tratamiento de uranio de Retortillo, pendiente de un informe del Consejo de Seguridad Nuclear, pero que no es vinculante en el caso de que haya una decisión política de rechazo a la apertura de dicha planta" manifiestan desde la Plataforma. 


Para Stop Uranio "Han transcurrido más de diez años desde que Berkeley anunció su intención de explotar uranio en Salamanca. No se entiende cómo esta empresa puede llevar todo este tiempo gastando dinero en Salamanca sin que su objetivo se vislumbre en un horizonte cercano. Ante las dificultades encontradas han tenido que reducir plantilla, se ha anunciado la renuncia del máximo dirigente de la entidad o han dejado de contratar a la población cercana a las instalaciones mineras, pero a pesar de los pesares los supervivientes de Berkeley siguen intentando vivir del negocio especulativo minero y lo están consiguiendo. Si esta empresa no hubiera talado 2000 encinas centenarias para nada, o no se dedicara a destruir la convivencia pacífica entre los habitantes del Campo Charro, podríamos alegrarnos de haber contado en Salamanca con una empresa que ha invertido en publicidad o ha contratado a desempleados de la zona, pero el coste de las heridas que nos deja supera ampliamente los hipotéticos beneficios obtenidos por los que se han cobijado bajo el paraguas de la multinacional australiana". 


A pesar del tiempo transcurrido desde que Berkeley se fijó como objetivo abrir minas de uranio en nuestra tierra, en la Plataforma Ciudadana Stop Uranio "seguimos teniendo claro el objetivo que nos hizo unirnos en esta lucha: Salamanca no va a ser la excepción del continente europeo permitiendo la explotación de un mineral que conlleva notables riesgos para la población, produce un daño medioambiental considerable y alimenta una industria nuclear que debiera ser abandonada tras los accidentes ocurridos en Chernobyl o Fukusima". 

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