La versión de Mateos (Cs) tras dimitir por ser "cazado" en una fiesta: "No había ninguna fiesta, estaba trabajando"

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La versión de Mateos, tras una conversación con elDiario.es, difiere de la que se ha conocido en la mañana de este viernes. El ya exsecretario de comunicación ha atendido a este periódico y ha matizado las circunstancias en las que ocurrieron los hechos. Periodista de profesión, Mateos tiene una empresa de organización de eventos, entre otros la Nochevieja universitaria de Salamanca, que por las restricciones de la pandemia ha tenido que centrar su actividad en la creación de webs. "Tenía que hacer fotos de la discoteca para la web, su dueño es mi socio, convivimos en la oficina, que está 50 metros del local, a diario", ha explicado. Esa noche, acordaron hacer las fotos con el local ya cerrado y limpio. "Es un poco absurdo, porque yo mismo podría haberme hecho un certificado de empresa para justificar estar trabajando a esas horas, pero por ser absurdo, no lo hice", argumenta.


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Así, pasadas las 22.00, hora del toque de queda, estuvo haciendo fotos en el local, dónde estaba también un representante de refrescos. "Llevo una racha complicada. En octubre mi madre enfermó de COVID y estuvo 17 días ingresada, con una neumonía bilateral, me la he traído a vivir conmigo porque no se ha recuperado. En noviembre tuve un golpe con el coche y quedó en siniestro total, me dieron 2.000 euros. Esa noche mi socio me dijo que ese representante me podía conseguir otro coche. Y por eso estábamos cuatro en una mesa, detrás de la barra pero no escondidos, cuando llegó la Policía. Estoy yo como para fiestas", ha asegurado.


"Una de las personas que estaba conmigo sí que dijo a la Policía que le parecía una vergüenza esta caza brujas, que si no tenían nada mejor que hacer. Y el policía le llamó "chaval", le mandó a la mierda y le advirtió de que podía ponerle una multa por desacato. A partir de ahí, yo que soy un poco torito y lo reconozco, le dije que no podía multar por estar en el bar, y sí proponer para sanción, que es diferente, y le pedí su número de placa. Como se negó, y dijo que era el oficial al mando, le dije que no mandaba sobre nosotros, y le hice foto, algo innecesario, lo sé, pero tengo el derecho a hacer alegaciones si hay propuesta de sanción", ha matizado.


Mateos reconoce también que llegó a decirle que le pagaba el sueldo pero en un contexto distinto al que se ha interpretado. "Yo no tengo ningún cargo público ni me paga Ciudadanos, soy autónomo, un empresario arruinado, en este momento y pago una cuota de 367 euros, así considero, y siempre ha sido así, que cualquier empleado público está al servicio de los ciudadanos, que son los que pagan", ha precisado. No obstante, no elude su responsabilidad en el caso de que le multen por no llevar mascarilla.


Mateos también ha mostrado malestar por la cronología, errónea, de su dimisión. "Esa noche yo a las doce de la noche ya estaba en casa, y a la mañana siguiente -día 30- tuve claro que tenía que dimitir. No se había publicado nada, no he cometido ningún delito, pero una propuesta de sanción perjudica a mi entorno, así que las 10.00 de la mañana llamé a la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Salamanca, Ana Suárez, y le conté lo ocurrido. Poco después, contactó con la secretaria autonómica de Comunicación, Marta Sanz, para relatarle los hechos y poner el cargo a su disposición. Así, ha lamentado el tuit del vicepresidente sobre su dimisión, algo que ocurrió dos días antes y no este viernes.

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